Llevo haciendo fotos 30 años, y hasta hace poco, con medios más bien escasos y de poca calidad, pero siempre con entusiasmo y muchas ganas de aprender y de superarme. La fotografía es una afición que ha llenado mi vida, que le ha dado sentido en muchos aspectos. No sé explicar qué es lo que me empuja a hacer fotos, sólo sé que se ha convertido en una necesidad vital. De hecho, la palabra "afición" se queda muy muy pequeña.
Después de todo este tiempo y de miles de fotos creo que he llegado a una especie de simbiosis con la cámara. Me resulta fácil componer, encuadrar, enfocar, disparar en el momento justo. Sobre todo en retrato, que es donde más cómodo me encuentro. Cuando hago retratos, no sé, me da la sensación de que salen solos, que todo ayuda, que no necesito esforzarme para conseguir las imágenes. El otro día me decía mi hijo que no entendía cómo podía, al conducir, estar pendiente de los espejos, del tráfico, de las señales, de los pedales, de las marchas, de los intermitentes, etc. Le dije que con práctica, hay muchas cosas que las haces de forma automática, sin pensarlas. Supongo que es lo que me ocurre con el retrato.

En los paisajes o en la fotografía de viajes en general, ocurre algo parecido, solo que el factor suerte interviene de lleno. Si no te encuentras con algo interesante, no hay foto. Claro que hay que tener los ojos abiertos para que no se te pase nada, y hay que tener unas nociones básicas de técnica fotográfica. Pero la suerte es fundamental.

Sin embargo, la fotografía macro me supone un esfuerzo gigantesco. Está claro que es porque llevo muy poco tiempo intentándolo, pero pensé que a estas alturas, me resultaría más fácil. Hay gente que piensa que el equipo lo es todo. No es verdad. Sí que es indispensable tener un equipo adecuado, pero es muy difícil hacer estas fotos.
Gracias a los amigos de los foros, he aprendido muchas cosas en poco tiempo. Cosas como lo importante que es la iluminación, el enfoque... En distancias tan cortas, el enfoque es crítico. Una décima de milímetro de error echa a perder cualquier macro. Por eso hay que cerrar diafragma para conseguir mayor profundidad de campo. Y para cerar diafragma no podemos aumentar el tiempo, porque la mínima trepidación es fatal. Tampoco podemos subir el ASA, porque muchas veces vamos a recortar la imagen y el ruido nos va a salir muy fácilmente. Sólo nos queda aumentar la luz, usar flash. El integrado no tiene el control suficiente y además, el objetivo suele hacer sombra. El flash de zapata queda muy separado del objetivo y no ilumina tan cerca. Hay flashes específicos para macro, anulares o parejas de flashes montados en regletas. Son caros, pero si te tomas en serio esta disciplica, son necesarios.
Yo, hasta ahora, me he buscado apaños para iluminar, pequeños bricolajes que funcionan más o menos bien, aunque con bastante descontrol. Me han servido para obtener mis primeros resultados y para aprender, pero si sigo picado con esto del macro, creo que acabaré comprando un equipo de iluminación decente.