más que palabras - fotografía: 2016/04

25 de abril de 2016

Mi libro, Instantes capturados, ya a la venta.

¡Ya a la venta!

Disponible en Amazon.es

Y la próxima semana, en las librerías Capali y El Rincón de Ezaro de Torrejón de Ardoz. Y muy pronto en las principales librerías de Iberoamérica.

Si quieres un ejemplar dedicado, te recuerdo que el 10 de junio, se firmarán libros en la librería Capali, C/ Nápoles, 1 (Torrejón de Ardoz). ¡Te esperamos!

http://www.instantescapturados.es

   

INSTANTES CAPTURADOS es un libro en el que se muestran fotografías robadas, retratos, paisajes y fotografías de naturaleza de Manuel Pozo Coronado. El autor nos cuenta qué es lo que le llamó la atención, cómo planificó la toma, cómo hizo la composición y qué decisiones tomó a la hora de procesar las imágenes. Un libro de tú a tú, en el que, seguramente, se verá reflejado el amante de la fotografía. No es un manual al uso, no se limita a enseñar técnicas o trucos. Tampoco es el típico porfolio de autor en el que sólo hay fotografías. Manuel nos muestra las imágenes y nos habla de los sentimientos, de las sensaciones, de las emociones, de lo que un fotógrafo siente por la fotografía, de lo que le empuja a componer y disparar.

Una pequeña muestra del libro:

14 de abril de 2016

Rebeca

Rebeca sigue siendo fiel al estudio cada vez que viene de visita a su tierra. Además, esta vez lo ha hecho por partida doble, por una parte posando, y por otra ayudándome en la sesión de embarazo de Ester y Alberto que he publicado en el otro blog.

Hay veces que me enfrento a las sesiones sin ganas de experimentar, ni complicarme la vida: Pongo un esquema de iluminación clásico, fácil, y me dedico sencillamente a buscar miradas y expresiones. Otras veces, como es este caso, pienso en la luz. Una luz rara, dura, desde atrás, dejando el rostro en penumbra. No sé porqué, a veces me llegan las imágenes a la cabeza y luego pienso en cómo conseguirlas. Sí, me complico yo solito, y me cuesta, y lo paso mal porque no doy con el punto. Rebeca tuvo paciencia, y me fue animando ante mi desesperación y eso me ayudó a relajarme, tranquilizarme y a disfrutar de la fotografía, de la búsqueda de la luz, y poco a poco fue surgiendo la magia. 


Tengo que dar las gracias nuevamente a Daniel Herráez por prestarme el estudio, y por darme el primer empujoncito con la luz, aunque en seguida le pedí que me dejara intentarlo a mí, porque quería seguir aprendiendo, y más en una sesión en la que el objetivo era conseguir por mí mismo el resultado que buscaba. Así que me dejó tranquilo el rato que duró la sesión con Rebeca y luego ya le dejé hacer su magia con Ester y Alberto.

Con esa luz tan... rara, estaba predispuesto a ponerme el chip del blanco y negro. Cuando la luz es la protagonista, cuando menos nos distraiga el color, mejor.



Con lo que no contaba es que Rebeca se pondría un corsé espectacular con un cordón rojo brillante, y el blanco y negro empezó a tambalearse en mis neuronas.



"Afortunadamente" luego se cambió, se puso ropa más neutra y pude volver al blanco y negro. La sesión la terminamos con una luz más "normalita". Experimentar mola, pero cansa y quería también hacer algunas fotos más normales, por tener un poco de todo.




Al ver las fotos en la pantalla del ordenador, mientras las seleccionaba antes de procesarlas, me gustaron más de lo que me esperaba. Últimamente suelo tener esas sensaciones: las fotos me suelen sorprender cuando las miro tranquilamente en la pantalla. Supongo que el hecho de que hacía tiempo que no hacía retratos en estudio y estaba un poco oxidado, y encima buscando una idea complicada, hizo que estuviera un poco "estresado" mientras hacía las fotos y no era objetivo con lo que veía en la cámara.