Tendré que enseñar a mi corazón a no esperarte.
A ahogar sus palabras de amor en un mar sin lamentos.
Él tiene su esperanza puesta en tu regreso.
Tu ausencia le ha aumentado ese amor que le nacía;
un amor incipiente que gigante se ha vuelto,
que se desborda, que no le cabe dentro.
Y cada latido es un trozo de amor que se le escapa
y va a buscarte.
Y estás lejos, pero mi amor te alcanza.
Tendré que enseñar a mi corazón a no esperarte.
Se resiste. No quiere aprender la amarga lección que le haga
olvidarte.
En él, sonará siempre el eco de tu risa
y desde mi alma, un suspiro llevará a tu alma, cada día,
los más ardientes y deseados besos.
Besos... tibios, apasionados, frágiles...
que se posarán en tus labios
con la misma ternura y suavidad
que un pájaro en su nido.
Y mis besos, acurrucados,
dormirán para siempre en tu boca
el más dulce y profundo de los sueños.
Poema: Estrella Cuadrado
A ahogar sus palabras de amor en un mar sin lamentos.
Él tiene su esperanza puesta en tu regreso.
Tu ausencia le ha aumentado ese amor que le nacía;
un amor incipiente que gigante se ha vuelto,
que se desborda, que no le cabe dentro.
Y cada latido es un trozo de amor que se le escapa
y va a buscarte.
Y estás lejos, pero mi amor te alcanza.
Tendré que enseñar a mi corazón a no esperarte.
Se resiste. No quiere aprender la amarga lección que le haga
olvidarte.
En él, sonará siempre el eco de tu risa
y desde mi alma, un suspiro llevará a tu alma, cada día,
los más ardientes y deseados besos.
Besos... tibios, apasionados, frágiles...
que se posarán en tus labios
con la misma ternura y suavidad
que un pájaro en su nido.
Y mis besos, acurrucados,
dormirán para siempre en tu boca
el más dulce y profundo de los sueños.
Poema: Estrella Cuadrado
Modelo: Silvana
Gracias a ambas por formar parte de esto.